lunes, 7 de noviembre de 2011

Historia

Sus comienzos: El  Carmen de Viboral es uno de los pueblos artesanales  más reconocidos en el territorio Colombiano, es tradición allí,  trabajar  la loza con decoración en bajo esmalte desde hace más de 100 años.
En los últimos años el trabajo y en general  la cerámica del Carmen ha tenido que ceder terreno ante innumerables circunstancias, pero el tesón de algunos pocos le han devuelto la confianza en su cerámica, en su cultura y en sus perspectivas hacia el futuro.

Nelson Zuluaga Quintero es un hombre ligado al proceso  de la cerámica desde su niñez, su padre también artesano le enseño las primeras letras en este maravilloso arte de la tierra, ya en su adolescencia Nelson ocupaba gran parte de su tiempo trabajando y aprendiendo oficios varios en la fabricación de la loza, entonces  vaciar, forjar, amasar entre otros se convirtieron en lenguajes cercanos que  aquel  joven  convertía en pilares de sus sueños. En 1973 Nelson todavía en  la escuela, trabajaba en horarios de la noche para poder pagarse sus estudios. En  1983  comenzóa  trabajar en  Cerámicas  Continental, la  fábrica más grande y con mayor tecnología que ha  existido en El Carmen y allí rápidamente Nelsonse destaca ocupando cargos de responsabilidad en áreas como el colado, pulida y bizcocho entre otras; pero la crisis llegó a esta fábrica años
después y en 1997 la empresa cerró dejando sin empleo a más de 300 trabajadores.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fotos, Alberto Londoño
“ Al encontrarme  desempleado  y  además   casado  y  con  familia;  me  puse  a  pensar que  era  una buena oportunidad de emprender un proyecto  de vida creando una microempresa para así buscar el sustento de mi hogar y también recuperar la mano de obra calificada que había quedado cesante por el desplome de dicha empresa. Al enfrentarme con dicho reto yo era consiente que no era fácil y que iba a encontrarme con muchas barreras pero, también sabía que había que vencerlas para poder lograr los objetivos trazados. En esta aventura de crear empresa; muy “difícil  pero  no  imposible”  tengo  que   agradecerle a  Dios,  a mi señora, a mis hijos y a tantas personas que de una u otra forma hicieron que este sueño fuera realidad ”. Hoy,  casi 13 años después   Cerámicas Renacer se ha convertido en  el taller más  emblemático de la cerámica tradicional del Carmen de Viboral, con una calidad jamás vista en  su  historia.

Renacer a una nueva aventura:

Cerámicas Renacer  se ha convertido en el pilar de una nueva aventura  para este pueblo de  alfareros, hoy en día,  Renacer diseña formas nuevas, piensa en nuevas experiencias estéticas partiendo de la decoración que es tradicional, el bajo esmalte e  investiga y desarrolla nuevas alternativas  para que su cerámica se consolide en el mundo de la cerámica decorada a mano.
Su equipo de trabajo: Nelson no está solo, un equipo de trabajo, y de amigos que han creído en él le acompañan;  muchos de ellos  han batallado hombro a hombro con él desde la época de  crisis en la Continental y ahora sienten una gran satisfacción al pertenecer a un proyecto que les ha dado sustento y oportunidades nuevas.
Marina su esposa es  su mano derecha, su fuerza  en lo laboral, su dedicación y su amor le han dado confianza a él para alcanzar metas poco probables en las circunstancias actuales, es frecuente además ver a sus hijostrabajando en el taller en sus tiempos libres así como él lo hacía cuando estaba joven.

La tarea de Nelson, él lo expresa: 

Es brindar una oportunidad a muchos y mejorar su calidad de vida.
 

El carmen de viboral






Nuestro Territorio
 
El Carmen de Viboral  está situado en un pequeño paraíso  recostado  a la zona central de los  Andes colombianos, tiene una temperatura variable entre los 10ºC  y los 23ºC, muchos árboles, pequeños riachuelos, senderos encantados y sus gentes buenas, son descendientes de  un pueblo de familias agricultoras que en la segunda década del siglo XVIII se asentaron en el extremo sur del valle de san Nicolás, en el oriente antioqueño.
El pueblo de  Antioquia se  caracteriza  por ser emprendedor ser  emprendedor   y  “echao pa’  lante”,  una característica  que  lo  distingue  especialmente  de  las demás regiones colombianas.
 
Sus ancestros (etapa precolombina) conocieron el barro  como  era tradición en la América prehispánica, pero está claro que esta región no tuvo un  desarrollo especial en este arte (así lo demuestran los hallazgos arqueológicos obtenidos hasta hoy).
Tenía que pasar mucho tiempo luego de la llegada de los españoles (aquello fue realmente difícil), para que nuestros pueblos tomaran una decisión importante sobre su proyecto de vida.
A finales del siglo XIX después de un buen empujón que le  había  dado Caldas(un pueblo  vecino de Medellín, la capital  de  Antioquia) El  Carmen de
 
Viboral comienza su historia ceramista relacionada con la loza y su magistral manera de decorarse, el bajo esmalte.
 
Para los años cincuenta El Carmen llevaba su loza decorada a muchos rincones del mundo y era reconocido como uno de los grandes centros artesanales en América, solo comparado con Cuenca en ecuador y Puebla en México. Pero como toda historia unas son de cal y otras son de arena; El Carmen sufriría una  gran depresión económica ligada a la misma cerámica y entonces su futuro parecía amenazado.
Para  finales  del  siglo  XX  la  historia  parecía  resolverse en contra de un futuro cerámico.
 
El Carmen de Viboral hoy:
Nuestro pueblo hoy tiene una mirada de futuro con responsabilidad, son muchos los proyectos importantes en el área del desarrollo sostenible y cultural que El Carmen tiene hoy: Un Plan maestro Estético-urbano-Paisajístico realizado en el año 2010, un Plan de turismo, un plan de Cultura realizado por El Instituto de Cultura del municipio entre otros, pero además en los últimos años (2006-2009) se dieron los primeros pasos en la realización de un proyecto de estética urbana basado fundamentalmente  en la Iconografía carmelitana  realizado  por el artista colombiano José Ignacio Vélez Puerta (Premio Nacional de Cultura, Universidad de Antioquia, 2003), quien además nos acompaña en nuestro taller
 
no solo capacitando a las decoradoras, sino además diseñando nuevas  formas y nuevos proyectos gráficos.
Todo El trabajo de la calle se hizo con el apoyo de nuestro taller (platos  u objetos adosados a las fachadas) donde se muestra la riqueza de nuestra tradición, pero además podemos allí imaginar un nuevo futuro para esta población enmarcada en uno de los más bellos paisajes andinos.